Hoy es el Día Mundial de los Océanos

Basta con sumergirse para ver con nuestros propios ojos como desde hace años la vida marina ha ido disminuyendo, en nuestros mares y en otros lugares del mundo. Y eso es algo que se constata también con la disminución de las capturas pesqueras. El origen de esta triste realidad se debe a diversos factores: la pesca indiscriminada y con artes no selectivas, la contaminación humana por vertidos y residuos, el cambio climático… Y todo porque seguimos pensando que el mar es infinito. Si fuéramos capaces de ver el fondo marino como vemos la superficie de la Tierra, quizá seríamos más responsables con nuestros actos. Pero ya se sabe: ojos que no ven, corazón que no siente. A todos nos impacta ver las consecuencias de las grandes sequías, la muerte de gran cantidad de animales, las zonas desérticas… Imaginaos por otra parte cómo sería que un gran arado pasara por la selva amazónica arrasando todo lo que encontrara a su paso. Eso es lo que ocurre con la pesca de arrastre: «En este modo de pesca se utilizan redes de hasta 2 km de largo, equipadas con pesadas compuertas, cadenas y ganchos que atraviesan el fondo marino y destruyen arrecifes de corales, esponjas y otros invertebrados marinos. Las redes dispersan grandes rocas que yacen en el fondo del mar, dañan cuevas submarinas y remueven organismos que allí habitan, perjudicando directamente a innumerables peces y otros animales que dependen de estas formas de vida para reproducirse, protegerse y alimentarse. Producto de la pesca de arrastre, además, se captura una gran diversidad de especies no deseadas, es decir, que no son objeto de la pesca» (Fragmento de un informe de Oceana que podéis

leer completo aquí). Cerremos los ojos e intentemos visualizarlo. Triste, ¿no?. Confiemos en la información que nos llega, no dejando nunca de ser críticos, y pongamos nuestro granito de arena para conservar un medio que alberga VIDA y que además nos aporta beneficios: apoyemos la creación de nuevas Áreas Marinas Protegidas, respetemos las ya creadas y exijamos el cumplimiento de las normas que las regulan; no dejemos residuos (colillas, bolsas, latas, botellas…) fuera de contenedores o papeleras; participemos activamente en la conservación, ya sea colaborando en acciones organizadas (limpiezas de playas, conferencias…) o divulgando… Podemos hacer muchas cosas, aunque bastaría con que todos dejáramos de hacer las que no deben hacerse. Aquí os dejamos un vídeo que los que nos seguís desde hace tiempo ya habréis visto, pues lo publicamos tal día como hoy el año pasado en la web de Mar Balear, pero nos parece tan representativo de lo que ocurre que no está de más recordarlo. ¿Lo compartimos?